no se trata de ingredientes la cocina

lo que me pesa es la compostura

pero aquí estoy

toda forzuda

digiriendo tu salado comentario

¿es sabiduría dejar pasar?

fíado

anotado en el calendario del año 1999 está el inicio de mi endeudamiento
el fin del plazo es la letra chica que no leí
temo el día en que entre estos meses del 2018
aparezca
una piedra tallada con la que tendre darme en el pecho

sanar

compré mentholatum por primera vez con una ilusión que sabía era falsa
lo real era el olor a eucaliptus
confundido con las cenizas que esparcí por su pecho

pasado de querer

nunca quise saber la verdad
¿hubiese sido mejor desilusionarse?

el latido del corazón se contradice en sístole y diástole

el cerebro saca partido de esta confusión

los pies necesitan quimeras para seguir andando

-participios-

elección personal

mi primer nickname fue silex
me gustaba su ambigüedad genérica
y que haya sido uno de los primero materiales con que los hominidos hicieron herramientas
un piedra moldeable
la menor cantidad de personalidad posible

rememoración

el ruido de los motores
la repercusión de sus caballos de fuerza
viajes en citroneta en los que de pequeña dormía en la parte trasera, arriba del motor
un gato ronronea cobijado en mi trompa de Eustaquio izquierda
es un recuerdo de amor el que galopa
alteración sonora
un otro que hace llegar su vibración maquínica a mi audición
oigo
estoy oyendo
repercutiendo en la conducción de mis progenitores
ya no tengo cuatro años
hoy los niños tienen sillas de seguridad para viajar
leyes de tránsito que tienen su arjé en el océano
(en este preciso momento una micro chocó a un auto
me asomé al balcón luego del estruendo
casualidades, accidentes)
los peces siempre están alerta
su sistema nervioso parece no pensar
atribuirle cargas afectivas a los ataques haría del fondo del mar un eterno drama

los gatos ronronean después de comerse un pez
son cosas que pasan.

higiene emocional

me salió una espinilla a la altura del corazón
no significa nada
la reventé al enjabonarme en la ducha.

perdona la deuda

perdí el interés
la insolvencia de la transacción sobreseyó la causa
no hay recibo para el adiós
romántico como el dinero y la necesidad de lavarse las manos después de tocarlo.

en la sangre

una niña de la misma edad de mi sobrino le dijo ¡hola!
él respondió ¡no!
su mamá (mi cuñada) le dijo: la niña te está saludando, sé educado
mi sobrino, de casi cuatro años, le dice hola a la niña,
que como siguió camindo desde lejos responde algo
que ninguno de los dos entendemos
mi sobrino corre destrás ella
su mamá le grita: ¿adónde vas?
él se devuelve triste