contenida

31 mar 2009

desodorante

estar en un concierto emocionada, apretada entre cuerpos sudados, que levantan sus manos con una cámara digital para registrar el mometo... pensar que los encendedores que solían representar ese momento de emoción fueron confiscados en la entrada por quienes resguardan la seguridad social, que el fuego que era la representación de esa sublimación del espíritu a través de la música, esa fuerza que tenía el momento en su consumación inmediata, dio paso al artefacto que refrigera el momento para la posteridad, ese otro momento en que incrédulos de nuestra vivencia vamos a los registros para cerciorarnos que vivimos eso que no logramos consumar...

1 comentario:

Chokrù dijo...

bueno... a veces los cambios son de los más obvio. De la calidez a la frialdad, sin intermedios...

Esta nostalgia por los encendedores me viene a mí cuando me han prohibido fumar en las salas de conciertos, pero creo que está bien para aquellos que desean morir después de mí.

Saludos, y gracias por tu visita.